Nos llegan malas noticias para todos los aficionados del mundo del motor y es que las nubes oscuras siguen cerniéndose sobre el circuito de Nürburgring, el mítico trazado alemán donde muchos pilotos de F1 de la época se jugaban la vida, con su pista bacheada y estrecha, sus cambios de rasante, sus desniveles, etc. Es uno de los lugares que los grandes aficionados al mundo del motor deberían visitar e incluso dar una vuelta en su coche por los 20,7 kilómetros de recorrido. Más conocido también como Ring o el anillo verde, debido a que el circuito discurre por medio de espectaculares bosques.
Los últimos informes sugieren que en Alemania la gestión del circuito se encuentra cerca de la insolvencia, aumentando la posibilidad de que el Gran Premio de Fórmula 1 de Alemania podría celebrarse una vez cada dos años, en Hockenheim.
“En este momento no hay ninguna solicitud“, dijo el jefe de Hockenheim Georg Seiler a la agencia de noticias DPA cuando se le preguntó si Hockenheim podría ser intervenido a partir de 2013.
Debido a la mala gestión de sus directivos, el circuito pasa a manos del gobierno local en el año 2010. Alemania, como es de esperar en los tiempos de crisis que atravesamos ya ha informado que no piensa poner dinero para salvar el circuito. El diario Rhein Zeitung informó que el rescate de la Comisión Europea al circuito de Nürburgring ha sido descartado, y que una venta parcial o total es ahora casi inevitable.
El periódico también explica que el monto de las deudas de Nürburgring asciende a 330 millones de euros.
Seguro que muchos de vosotros os preguntareis como es posible haber llegado a tal situación. Todo se remonta al año 2007 cuando un grupo de promotores quisieron convertir los alrededores del mítico circuito en un complejo de ocio, con la construcción de hoteles, centros comerciales, restaurantes y parques de atracciones. La inversión inicial estaba prevista en 215 millones de euros pero finalmente se llegaron a gastar 400 millones de euros. Como en muchos de los casos las previsiones de turistas se calcularon muy por encima de lo que luego realmente ha sido y por tanto el dinero que se esperaba recuperar nunca llegó.
Debido a toda esta situación y que desde este miércoles 18 de Julio el circuito se ha declarado en bancarrota, si no llegan inversiones privadas, todas las actividades programadas para la temporada 2013 podrían no llegar a celebrarse incluyendo el Gran Premio de F1 o las 24 horas de Nürburgring.
Ante tal posibilidad el magnate de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, ha declarado que “hará todo lo que sea posible comercialmente para salvar la celebración del Gran Premio“. Si no fuera posible, no tendrían más remedio que disputarlo en el circuito de Hockenheim.
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