En la temporada 2011, casi como en 2010, el monopolio de Red Bull ha sido aplastante. Seguro que a más de uno nos ha hecho recordar el impresionante binomio Michael Schumacher – Ferrari. Sebastian Vettel ha demostrado en la pista que el RB7 era prácticamente invencible, con una fiabilidad absoluta. Una superioridad intachable, únicamente un poco nublada por el error de Vettel en la última vuelta del Gran Premio de Canadá y el pinchazo en la segunda curva de la primera vuelta en el Gran premio de Abu Dhabi. Esto ha provocado que a pesar de los intentos de la FIA por incorporar novedades como los diferentes compuestos de neumáticos, el DRS, etc., para hacer la categoría un poco más emocionante, este año ha sido otro paseo triunfal hacia la victoria como lo fue el año pasado.
Pero esto podría cambiar en la próxima temporada, ya que después del cambio de normativa, todo hace prever que Red Bull podría perder buena parte de su dominio. La prohibición de la utilización de los difusores soplados, o de los escapes sopladores, ha provocado que los ingenieros de la fábrica de Red Bull, en especial Adrian Newey, se tengan que esforzar al máximo para encontrar algún componente ingenioso que les permita continuar teniendo ese margen de superioridad frente a los otros fabricantes.
Según unas declaraciones realizadas por el propio Newey:
“Nos han roto el juguete. Hemos dado un paso atrás. Ya no tenemos ventaja. Por suerte tenemos a Vettel. No se dormirá en los laureles.“
¿ Creéis realmente que los difusores soplados o escapes sopladores son el secreto mágico de los Red Bull o por el contrario todavía nadie ha sido capaz de dar con él? ¿Este año habrá más igualdad como cree todo el paddock o las declaraciones de Newey son una estrategia para hacer que los demás equipos se confíen?
Por el bien de la Fórmula 1 y de sus aficionados, esperemos que este año las carreras estén más igualadas. Aunque si algo nos ha quedado claro de la categoría de máximo nivel es que el ingeniero que sepa encontrar esa laguna en la normativa o encuentre ese detalle ingenioso, se llevará el gato al agua.
